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DESCANSO

Este blog se va a tomar un descanso y no se actualizará, al menos en lo que a recetas se refiere, al menos en seis meses.

¿El motivo?: sencillamente voy a escribir un libro que incorporará algunas de la recetas de este blog y bastantes mas. no tendría sentido publicar aquí las que se van a publicar posteriormente en forma de libro, entre otras cosas porque si las recetas las tiene ustedes aquí: ¿para qué comprarlas? Y soy bastante pesetero, o eruodurero, que se sepa :).

A medida que la cosas se consolide les iré comentando mas información acerca del libro, del que sólo puedo decri que ya se está escribiendo. 

Un saludo a todos y que les vaya bien.

Seguimos en contacto a través de mi blog  memorando

TORTILLA DE PATATAS RELLENA

TORTILLA DE PATATAS RELLENA

Hoy vamos a desarrollar una receta muy veraniega. Se trata de una tortilla de patatas rellena. Y me dirán ¿que relleno le vas a poner? Le podríamos poner casi cualquier cosa, pero vamos a hacer la clásica, la que me enseño a hacer una amiga mía de nombre Ana.

Vamos a necesitar lo siguiente

- Patatas, un kilo y medio.

- Huevos, 5 o 6.

- Aceite, para freír las patatas y la tortilla.

- Hojas de lechuga.

- 6 Lonchas de queso.

- 6 lonchas de jamón de york, o similar.

- Mayonesa, casera o de bote, ustedes verán.

 

La base de este plato es la tortilla, claro está. Así que si no saben hacerla, ya es hora de que aprendan. La tortilla de patatas, española también llamada, es uno de los mejores inventos de la gastronomía patria. ¿A quién no le gusta este plato? Supongo que alguno habrá, pero desde luego no saben lo que se pierden. La torilla de patatas es un invento de Cádiz, bueno es broma, porque en realidad lo que se inventó en Cádiz fue la tortilla francesa, cuando aquella invasión de nada, de la que ahora se van a cumplir 200 años.

 

Pero volvamos con nuestra receta.

 

Para hacer una buena tortilla española el elemento fundamental es la patata. Una buena patata es imprescindible para el resultado final. Se deba cortar en “lascas” –lonchitas- sin ser demasiado grande, ni demasiado pequeña. Una vez cortadas se añadirá un poco de sal y se freira en sartén. Jamás, sí digo bien, jamás en freidora. Y por qué, se preguntaran. Eso quisiera saber yo, pero desde luego el sabor y la textura varían notablemente. Las patatas han de quedar blanditas, casi cocidas y sin embargo más fritas que lo anterior. Que tengan un ribete de color como si empezaran a tostarse pero sin llegar a ello. Es cuestión de cogerle el punto. Si no están exactamente así el resultado puede ser bueno, aunque no sobresaliente.

Una vez fritas la patatas, las escurriremos del aceite pringoso y las reservaremos. Mientras tanto habremos batido los huevos en un recipiente lo suficientemente hondo para admitir las patatas. Se tendrán unos minutos en mixtura con el huevo, removiéndolas bien para que se empapen y se dejara reposar el conjunto.

En una sartén lo suficientemente grande, se calentará una cucharada de aceite hasta que casi humee y se distribuirá el mismo por el fondo y las paredes. Allí se echará la mezcla con la sartén muy caliente, para que cuaje la capa externa en un primer momento y no se nos desmorone. Inmediatamente bajaremos el fuego para que se haga por dentro. Trascurridos unos dos o tres minutos, ejecutaremos la operación mas peligrosa de hacer una tortilla: darle la vuelta.

¿Cómo se da la vuelta a una tortilla? Pues sin miedo y con un poquito de maña. Se ha de procurar un plato o tapa plana que cubra todo el diámetro de la sartén. Se tapará bien y, sosteniendo la tapa contra la sartén fuertemente, con un golpe seco se dará la vuelta a la misma. A la sartén, no a la tapa o plato, que quede claro. Tendremos entonces una tortilla medio echa, con la parte ya dorada hacia arriba y la parte “caldosa” hacia abajo. Sólo queda volver a calentar la sartén con otro poco de aceite si hiciera falta y , con cuidado, deslizar por la parte no cocinada todo el conjunto hasta al sartén. Procederemos como en la primera parte a cuajar la tortilla.

 

Mientras dejamos enfriar la tortilla prepararemos los demás elementos, el queso, el jamón y las hojas de lechuga.

 

Nuestro plato está a punto de terminarse, basta con efectuar unos cuantos retoques mas.

 

1º Cortaremos longitudinalmente la tortilla, como si de un bizcocho se tratara y obtendremos dos partes.

2º La parte de abajo la untaremos con mayonesa.

3º A continuación pondremos las lonchas de queso y otra capa con el jamón

4º Acabaremos acabar cubriéndolo todo con la lechuga y tapando todo con la otra mitad de la toritilla.

5º Et voila. Tortilla rellena.

 

Si se diera el caso de ser muy golosos se podría untar la otra parte de la tortilla también con mayonesa. Ustedes verán.

 

 

Con cervecita y de aperitivo es un plato mas que apetecible.

 

Hasta la próxima

 

© Alfonso Merelo 2007

 

 

Lomo de cerdo en papillote con salsa de miel.

Lomo de cerdo en papillote con salsa de miel.

Hace tres meses ya que no escribo ninguna entrada en cocinando. Como pasa el tiempo.

Bueno pues vamos con algo que podamos realizar fácilmente, sin demasiadas complicaciones, y, lo que es mejor, dejarlo preparado para el fin de semana.

Para cuatro personas

 

- Una cinta de lomo de cerdo de un kilo aproximadamente (el ibérico va de lujo)

- 200 gramos de tocineta, bacon para los mas chic, ahumada

- Manteca blanca de ibérico

- Una copa de brandy

- Aceite de oliva virgen extra

- 4 cucharadas soperas de miel

- Una cucharadita de bovril

- 4 dientes de ajo

- 2 puerros

- Sal, pimienta molida, cilantro molido, orégano, tomillo, perejil

- Papel de aluminio.

 

En realidad se trata de hacer un asado, mas o menos normal, pero con una salsa que he diseñado, mas o menos, y que da un contrapunto agriducle a la carne. Soy muy de cocina de contrastes, la verdad.

El lomo de cerdo lo rellenamos de tocineta con un mechador de los que venden en cualquier sitio, o con un cuchillo de punta y los dedos. Al final esta es la opción más rápida.

Hacemos un majado con dos dientes de ajo, la sal, la pimienta, el perejil, el cilantro y las hierbas aromáticas. Este majado lo distribuiremos por la carne y la dejaremos macerar un par de horas.

A continuación refreiremos el lomo en la manteca blanca, procurando dorarlo por todos lados.

Este lomo se introduce en papel de aluminio, se cierra bien y se pone al horno (200º) durante una hora. El asado quedará en su jugo.

Salsa de miel

En una cacerola pondremos la manteca de haber refrito el lomo, a al que añadiremos un par de cucharadas de aceite de oliva. En ese aceite refreiremos el puerro cortado hasta que esté blando. Añadiremos los dos dientes de ajo laminados y cuando estén medio dorados la copa de brandy que dejaremos que consuma el alcohol. Posteriormente añadiremos la cucharada de bovril, o concentrado de carne, y finalmente la miel. Unos 10 minutos cociendo a fuego lento son suficientes para terminar al salsa que pasaremos por un chino o directamente a la batidora. Si vemos que queda muy espesa, podemos añadir agua y dejar cocer otro rato.

 

El lomo se sirve cortado en rodajas y se salsea por encima. Se puede acompañar con verduras al vapor o patatas cocidas. Incluso patatas fritas, si son muy clásicos.

Un vino interssnte sería un Marques de Griñon reserva de la bodega particular. Excelente relación calidad precio.

 

A disfrutarlo

PD. La fotografía no es de la receta. Es un lomo, pero no el mío. Avisados quedan

© Alfonso Merelo 2007

 

Ensalada de pasta y ahumados

Ensalada de pasta y ahumados

El reino de las ensaladas es, como todos saben, de una variedad inusitada.

Hasta denominamos ensaladas a cosas que remotamente lo son. Pongamos como ejemplo: una ensalada de pollo. ¿Es una ensalada o es otra cosa?

Desde mi punto de vista, ensalada es todo aquello que está elaborado con productos no elaborados o cocinados. Pero claro, los límites de la definición chocan con la realidad. El ejemplo que poníamos antes, la ensalada de pollo, contiene elementos cocinados: el pollo ha de ser asado o cocido y la salsa cocktail está “elaborada” aunque sea con la batidora. Pero desechando esta última elaboración, a fin de cuentas sólo emulsionamos pero no alteramos con temperaturas los productos, esta comida tiene mas de ensalada que de “guisos” porque prácticamente todos sus productos son mezclados en crudo.

 

Por eso el plato que les voy a elaborar continuación es mas ensalada que otra cosa.

 

Ese plato no es mas que una mezcla concienzuda de elementos heterogéneos que combinados producen un resultado bastante agradable.

Necesitamos para ello (6 raciones)

- Salmón ahumado o palometa ahumada (recomiendo las que estén conservadas en aceite de oliva)

- Lacitos de pasta de colores (300 grs)

- Pimientos del piquillo en tiras o enteros cortados (una lata o tarro)

- Queso emmental en tiras o cuadraditos (100 grs)

- Jamón cocido cortado (100 grs)

- Pepinillos en vinagre.

- Piñones (100 grs)

 

El secreto no existe pues basta mezclar todos los elementos, la pasta cocida previamente –no me sean de su pueblo-, y aderezarlo con vinagre, uno dulce de módena puede ir muy bien, y aceite de oliva virgen.

 

Es una combinación muy agradable y apetecible.

La he acompañado con un vino afrutado del Condado de Huelva que, frío, resulta una buena combinación.

© Alfonso Merelo 2007

 

 

Postre de bollo de leche

Postre de bollo de leche

El domingo pasado estuve comiendo en el restaurante Zona Franca de Cádiz. Es un sitio al que no había ido en muchos años y que ha cambiado de dirección recientemente. Originalmente era un bar de camioneros, y lo sigue siendo en parte, donde se comía de menú estupendamente. La actual dirección ha cambiado un tanto las cosas y se dispone a acometer obras de reforma en su primera planta.  

Su carta es francamente interesante. Aparte de platos típicos para comer de “raciones” (tortillitas de camarones, mollejas de cordero, fritos de pescado, almejas, chirlas, rabo de toro, jamón ibérico etc.) ofrece platos de pescado (son pescados con una calidad mas que buena) y carnes ibéricas o de cordero francamente interesantes (el brazuelo de cordero es espectacular). A todo esto hay que añadir los platos de cuchareo como los  garbanzos con langostinos y una contundente fabada que se sirve en sopera para que se pueda repetir.

Después de la excelente comida nos recomendaron como postre el arroz con leche, quizá demasiado espeso pero muy sabroso,  y el pan de leche.

Este último fue una sorpresa muy agradable. Consultada la receta con mi chef particular, Jose María, me explicó cómo se hacía el sencillísimo y fantástico postre.

 

Ingredientes

4 bollos de leche, o suizos

Natillas ligeras

Zumo de naranja

Un poco de brandy

Azucar

Nata

 

Preparación:

Se compran los bollos de leche en la confitería mas cercana. Estos son bollos dulces sin relleno, ojo.

Se abren por la mitad.

Mientras tanto habremos preparado un almíbar  ligero con agua al  que añadiremos un poco de zumo de naranja y un chorreón de brandy. Con este almíbar impregnaremos las dos partes del bollo.

Espolvorearemos de azúcar cada parte  y quemaremos ésta con un aparato de quemar crema catalana o bien en el grill del horno.

El montaje del postre será el siguiente:

En una base de natillas ligeras colocaremos las dos piezas del bollo y pondremos la nata como adorno en un lateral y añadiremos unas virutas de chocolate para adornar.

Fácil, sencillo y realmente bueno.

Mis felicitaciones al creador de este plato.

© Alfonso Merelo 2007

 

Atún mechado con salsa de naranja y cava

Atún mechado con salsa de naranja y cava

Esta receta es una "invención" combinado una receta clásica de atún y dándole un toque nuevo, aunque en cocina -como en literatura- está todo inventado.

Ingredientes

- Un lomo de atun de un kilo aproximadamente.

- Bacon ahumado.

- El zumo de dos naranjas.

- Un puerro

- Cava

- Azucar

- Un puñado de especias variadas

- Sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra.

Preparación

Con un mechador introduciremos tiras de bacon en el lomo de atún

El atun lo marineremos con tomillo, orégano, pimienta, sal, estragon, un diente de ajo fileteado y aceite de oliva. Mantendremos el marinado durante un par de horas como mínimo.

Con el horno precalentado a 200º, envolveremos el lomo en papel de aluminio y lo introduciremos, con el marinado incluido, en el horno. Durante media hora lo hornearemos.

Mientras prepararemos la salsa; picando el puerro y cocinándolo, pochar no me gusta como término gastronómico (pura manía tonta), a fuego lento durante unos 10 minutos. Añadiremos el zumo de las naranjas, dos cucharadas de azucar y dejaremos hacer una par de minutos. Incorporaremos finalmente el cava, un vaso de agua, y dejaremos hacer unos 5 minutos. Rectificaremos por fin con sal y pimienta. Todo el "mejunje" se pasa por la batidora y si es necesario se puede añadir miga de pan para espesar, aunque no es imprescindible.

El atún se corta en finas lonchas y se salsea.

Para complementarlo esta vez he usado un ñoquis rellenos de gorgonzola. Ha resultado una combinación muy curiosa pues los ñoquis han mitigado el sabor agridulce de la salsa de naranja y potenciado el ahumado del bacon.

(c) Alfonso Merelo 2007

Propuesta minimalista para fin de año.

Propuesta minimalista para fin de año.

Estamos a 4 días escasos de la cena de fin de año.

¿Qué hacer me dirán ustedes?

Pues les voy a proponer un menú discreto, no excesivamente caro y creo que lo suficientemente sustancioso como para satisfacer todos los paladares. Es una mezcla de comida gaditana con propuestas caribeñas y centroeuropeas. Vamos, un rebujillo de lo mas agradecido.

 

El tapeo del comienzo, cuando aún no se han sentado a la mesa, lo dejo a su elección. Canapés variados –de salmón ahumado, mantequilla y caviar con una gota de limón, paté de oca con puré de manzana etc.-, jamoncito ibérico, cañita de lomo, alguna ensalada fresca con naranja y bacalao; en fin, lo que cada uno decida.

 

Para sentarse a la mesa un menú interesante podría ser el siguiente:

 

Piña rellena

Hojaldre de roquefort y pasas.

Corvina a la roteña

Plátanos al horno con helado de turrón

 

 

Comencemos con la piña rellena.

Necesitamos para seis personas:

-una piña

-gambas

-lechuga

-nueces peladas

-guindas verdes o rojas

-mayonesa

-ketpchup

-mostaza

 

A la piña se le corta un tercio y el resto se vacía reservando parte de la carne. Ésta se mezcla con las gambas cocidas y cortadas la lechuga en juliana, las guindas por la mitad, las nueces y la salsa cocktail (mayonesa+-ketpchup+mostaza). Con estos ingredientes se rellena la piña vacía que podremos adornar con una bengala y una bonita horterada de sombrilla de esas que se ponen en lo Mai-tais. Basta servir la ensalada en cuencos.

 

Hojaldre de roquefort y pasas.

 

Si son habilidosos pueden hacer el hojaldre en casa. Les confesaré que yo nunca lo he conseguido, pero cada uno es como es. Así que lo mejor será lo siguiente:

-Hojaldre congelado o fresco ya elaborado.

-queso roquefort o azul

-nata

-pasas

-brandy o cognac

-la yema de un huevo

 

Lo primero que tenemos que elaborar son las pasas. Se remojarán en brandy durante una hora como mínimo. Después se escurrirán muy bien y secarán.

La crema de roquefort se cocina de manera muy sencilla, poniendo la nata a calentar y añadiendo el roquefort, sal y pimienta y por último el brandy que nos ha quedado de macerar las pasas. Este preparado se dejará cocinar unos 10 minutos a fuego lento, removiendo para que no se pegue. Cuando quede como una crema se apartará del fuego.

Esta crema se extenderá por el hojaldre, se añadirán las pasas a "voleo" y se tapará con otra lámina. Se unta con yema de huevo y se pone al horno (200º) durante unos veinte minutos. Cuando el hojaldre esté hecho se retira y se deja enfriar. Se sirve como si de una empanada se tratar. La mezcla agridulce del queso con las pasas es un excelente combinado.

 

Corvina a la roteña.

 

Este es el plato fuerte. Qué mejor remate del año que un pescado de los mas sabrosos y consistentes que existen (soy un ferviente devorador de corvina).

 

Para seis personas necesitamos

-Un kilo de corvina

-un kilo de tomates

-1/4 de kilo de pimientos.

-dos cebollas grandes

-tres dientes de ajo.

-una copa de brandy o cognac

-sal

-pimienta

-nuez moscada

-harina

-aceite de oliva virgen extra.

 

La corvina ha de ser cortada en dados no demasiado grandes. Se salpimentará y se pasará por harina para freírla suavemente de manera que quede hecha pero no demasiado. Las espinas del pescado las herviremos en agua y haremos un caldo ligero que reservaremos

Colaremos el aceite de freír el pescado, y pondremos el mismo en una fuente, a poder ser de barro, en la que añadiremos la cebolla, en juliana fina, los pimientos cortados pequeños y los dientes de ajo fileteados. Una vez la cebolla empiece a ser trasparente añadiremos los tomates maduros, cortados y pelados, para que se hagan lentamente. A esto añadiremos un poco del caldo de hervir las espinas y dejaremos hacer. Este sofrito es la base del plato. Cuando casi esté terminada la salsa, evaporad el agua de los tomates y del caldo, añadiremos la nuez moscada y el brandy, que quemaremos.

 

Hay dos formas de presentar el plato.

  1. Podemos hacer una salsa con el sofrito. Pasamos por batidora el mismo y el pescado en su fuente y con la salsa se introduce en horno a 200º 10 minutos antes de servir.
  2. El sofrito queda como esta y basta mezclar el pescado con la salsa. El mismo timpo de horno y se sirve con lo que algunos denominan “hierba”. La verdad que esta es la forma clásica y la que más me gusta a mí.

 

En cualquiera de los dos casos, y si queremos que el plato quede jugoso, la reunión de pescado y salsa ha de hacerse al final. De otra manera la corvina absorberá la humedad y secará el preparado.

 

Como guarnición podemos recurrir a unas bolitas de puré de patatas.

 

Plátanos al horno con helado de turrón

 

El helado de turrón deberán comprarlo elaborado ya. Algún día lo haré en casa, pero de momento me limito a tomarlo elaborado.

-seis plátanos

-azúcar

-canela

-licor de manzana

 

Los plátanos se pelan y, uno a uno en papel de aluminio, se espolvorean con azúcar, canela y un poco de licor de manzana verde. Se envuelven el papel de manera que no queden huecos y se ponen a horno medio, 200º durante media hora. Se sirven con el helado de turrón de acompañamiento salseados con su propio jugo.

Ninguno de los platos es complicado y creo que la combinación es de lo mas sugerente. Podemos acompañarlo todo con cava, un Codorniu Non Plus Ultra puede ir muy bien o un champan Moët & Chandon por ejemplo. Si no gustan de los espumosos recomiendo un albariño Terras Gaudas, sin ir mas lejos.

MUY FELIZ AÑO 2007 GASTRONÓMICO PARA TODOS

©Alfonso Merelo 2006

 

Pez espada en salsa de almejas

Pez espada en salsa de almejas

Hoy traigo a estas recetas un guiso de pescado que encuentro adecuado para preparar en algún tipo de festejo como los que se avecinan.

Es una receta clásica a la que he incorporado algún toque particular.

Necesitamos lo siguiente:

1Kg de pez espada

1 Puerro

1 Docena de langostino o gambas

½ Kg de almejas, chirlas o coquinas.

1 Cebolla

2 Dientes de ajo

1 Tomate maduro

1 Vaso de vino oloroso

½ Limón

Perejil

Harina y aceite.

 

Lo primero es lo primero, y debemos partir de un pez espada lo suficientemente fresco para que la carne sea consistente. Se puede usar congelado pero no es lo mismo.

Los filetes de pez espada se cortan de manera que no sean demasiado grandes. Se salpimentan, se pasan por harina y se fríen en abundante aceite caliente.  (Podría hacerse también a la plancha sin problemas, pero el enharinado le da una textura mas consistente.)

Mientras tanto habremos abierto las almejas con un poco de agua y un chorreón de limón. El caldo resultante lo colaremos y lo reservaremos.

En el aceite de freír el pescado, una vez colado,  se fríen las cabezas de los langostinos y se pone a pochar la cebolla el puerro y los dientes de ajo fileteados a fuego muy lento. Una vez que la cebolla esté trasparente se añade el tomate pelado y sin pepitas y el perjil y dejaremos hacer unos 10 minutos. Añadiremos el caldo de las almejas y el vaso de vino oloroso. Dejaremos que reduzca un tanto. Si es necesario añadiremos caldo o agua.

Esta salsa resultante la salaremos a gusto y la pasaremos por un chino, o termomix si se tiene disponible.

El pescado lo pondremos en una fuente de horno junto con las almejas y los langostinos pelados. Salsearemos por encima e introduciremos en el horno a potencia fuerte y previamente calentado para terminar de hacer el plato. En unos 12 minutos estará listo para servir.

Podemos acompañarlo con unos ñoquis o con unos spaguettis al burro. Las patatas fritas de siempre pueden resultar también un agradable complemento.

Es un plato bastante “empalagoso” por lo que no se recomienda abusar de las raciones. Puede cansar.

Acompañado de un albariño o un vino joven afrutado es un excelente primer plato para estas fiestas.

© Alfonso Merelo 2006

 

Atún en manteca

Atún en manteca

Esta receta me la ha proporcionado mi buen amigo y excelente aficionado y cocinero Luis Baltar. Es un gran especialista en termomix, artilugio que yo ignoro por considerarlos bárbaro y demasido científico.

Sí, sé que soy un antiguo, pero que quieren: me van mas las sartenes y ollas tradicionales.

A lo que vamos: Para esta receta hace falta...

- Un trozo de atún fresco de almadraba si puede ser, al menos medio kilo

- Manteca de cerdo ibérico

- Hierbas variadas como tomillo, orégano, laurel, perejil, albahaca etc. Las que les gusten y se les ocurra.

- Un vaso de jerez, manzanilla o vino blanco.

La manera de realizar esta receta es muy sencilla.

Poner a marinar el atun con todas las hierbas, sal y pimienta durante, al menos, un par de horas. Puede ponerse bien el trozo entero o cortado en dados, recomiendo esta última alternativa por ser mas rápida su cocción posterior.

Derretir la manteca de cerdo en una olla apropiada. Sin que llegue a hervir, añadir el atun con una hoja de laurel. Dejar cocer a fuego lento durante 10 minutos como mínimo dependiendo del tamaño de los trozos. La manteca ha de cubrir el atún. Cuando haya pasado ese tiempo de cocción añadir el vaso de vino y dejar otros 5 o 10 minutos que se elimine el alcohol y que adquiera gusto.

Una vez terminado basta verterlo todo en un recipiente adecuado y dejarlo enfriar a temperatura ambiente. Después de eso se conservará en la nevera o se puede congelar sin ningún problema.

Se sirve frío, no excesivamente, con trozos de pan tostado o tostaditas ya preparadas. Se puede tomar caliente tambien, aunque yo lo prefiero enfrío como entrante.

Que lo engorden bien

(c) Alfonso Merelo 2006

 

 

EL ROCIO

EL ROCIO

Toda fiesta que se precie tiene que tener un añadido gastronómico para que se pueda considerar fiesta.

Las romerías son particularmente dadas a los excesos culinarios, ya sea en forma de cantidades desmesuradas o especialidades de la tierra.

La romería del Rocío no podía ser menos que otras y a lo largo del camino y en la propia romería se consume y degusta mucho y bien.

La curiosidad de esta romería es que no solo congrega a los habitantes de Almonte, el pueblo mas cercano, si no que une a gentes que viene de todas la provincias andaluzas y de sitios tan “exóticos y lejanos” como las Islas Canarias.

En custión culinaria no se puede hablar de un plato, o conjunto de ellos, que sean comunes, ya que la dispersión geográfica de los asistentes contribuye a que cada uno aporte lo que mejor sabe preparar en su ciudad o pueblo. Los de Cádiz pueden traer totillitas de camarones y los canarios papas con mojo, por poner un ejemplo.

Pero si hay algunos elementos comunes que concurren en todas las hermandades independientemente de donde vengan. Demos un repaso a los elementos esenciales que en toda carreta, o casa, rociera han de estar presentes.

 

Bebidas:

El líder de las bebidas es el rebujito. El rebujito es una mezcla de manzanilla con Seven–up que diluye la fuerza de la manzanilla (unos 14º) produciendo un cóctel bastante agradable de tomar si está fresquito. Realmente  es más correcto decir que el rebujito es Manzanilla "La Guita" con Seven Up. La palabra "Rebujito" está registrada por los Hijos de Rainera Pérez Marín ("La Guita") y la compañía de Bebidas Pepsico (Seven Up). Si a ustedes le dan otra manzanilla con, por ejemplo, Sprite no está tomando el auténtico rebujito. Ténganlo en cuenta.

Entre las bebidas no faltará tampoco la cerveza que, en el “circo” del camino, pude tomarse embotellada o directamente de los barriles con que algunas carretas están dotados.

Por supuesto habrá refrescos variados y agua, mucha agua. Mas este año pues el camino se presenta caluroso.

 

Comidas:

El Rocio se caracteriza por su desmesura: hasta un millón de personas el día de Pentecostés, miles de caballistas, carros, carretas, tractores. Todo a lo grande. Y si todo es a lo grande: ¿cómo va a ser la comida? Pues, si, lo han adivinado: a lo grande.

Para empezar tendremos que poner unas gambas blancas de Huelva. Cuanto mas caras mejor. El jamón de Huelva no faltará y habrá de ser de pata negra y de bellota. Tema este innegociable. Chacinas ibéricas como morcón caña de lomo, morcilla de verano etc. Acompañarán al jamón y las gambas.

Para el que nunca ha hecho el camino, comentará que las hermandades tardan entre uno y cinco días en llegar a la aldea del Rocio. La de Huelva, que es la que mas conozco tarda dos. En esos días se hacen acampadas para comer y cenar-dormir. En ellas es donde los diversos cocineros preparan muchas de las comidas. La paella está muy de moda últimamente y se hacen muy buenos guisos de arroz en esas paradas. Otros guisos como el rabo de toro o la carne estofada pueden degustarse en las diversas carretas. Y claro está no faltarán las tortillas de patata y los bistecs empanados. Qué sería de estas excursiones , o de cualquier excursión playera o  campera, sin estos socorridos alimentos que saben  mucho mejor cuando se comen fuera de casa. Será porque cambian de aires.

La fiesta en El Rocío y en las casas de hermandad o particulares tiene la característica de que a la hora que sea se puede tomar de picar algo. Las fuentecitas de jamón, queso, chorizo y otros manjares de ese tipo están disponibles las 24 horas del día. Normalmente se contrata uno o varios cocineros y camareros para que atiendan a los “señores de la casa” durante la semana rociera. Esto permite a los rocieros dedicarse a otros menesteres, como son los de pasear a caballo o visitar otras Hermandades, porque los mas prosaicos quedan encargados a estos servidores ocasionales.

Dentro de una semana comienzan las hermandades a caminar. Si pueden venir por aquí seguro que les atenderán muy amablemente. La salida de la Hermandad de Huelva es espectacular. Se dice que hasta que Huelva no llega a la aldea no empieza el Rocío.

Particularmente me encanta la belleza del paso de las Hermandades gaditanas por Bajo de Guía, allá en Sanlucar de Barrameda. Ahí si que se disfruta de un buen rebujito observando el espectáculo del paso a Doñana.

Sólo 10 días faltan. Recuérdenlo.

© Alfonso Merelo 2006

 

Garbanzos con langostinos

Garbanzos con langostinos

            Esta es una comida de “Vigilia” ya que – en principio- no interviene la carne. Aunque esta receta particular incorpora una novedad carnosa como es el chorizo. Si son cumplidores de la vigila se puede sustituir éste por pimentón dulce, aunque no es lo mismo.

            Los potajes son una de las bases de lo que ahora se conoce como dieta Mediterránea, pero que es sencillamente la comida nuestra de siempre. Son platos básicos y sabrosos que, realizados con tranquilidad, pueden resultar tan exquisitos ocmo la mejor comida del Bulli. Es una comida muy típica de Jerez pero que probablemente tenga sus orígenes en la Bahía de Cádiz.

           

            Para elaborar este plato, bastante fácil de preparar, dispondremos de los siguientes elementos

 

- Garbanzos (1/2 kilo es suficiente)

- 1 Kg de langostinos

-  tres dientes de ajo

- 1cebolla 

- 2 pimientos

- 2 tomates 

- 1 rebanada de pan

- Una copa de vino de jerez o manzanilla

- Perejil

- Aceite

- Chorizo ibérico

            Los garbanzos hay que ponerlos en remojo un día antes, o bien se compran ya remojados que los hay. Esto es importante porque la dureza de esta legumbre es mas que notable.

            Se pelan los langostinos y las cáscaras y las cabezas las pondremos a cocer en abundante agua a la que añadiremos un puñado de sal. Una vez estén cocidas y suelten el jugo, unos 15 minutos, se cuela todo el caldo y se reserva.

            En una olla pondremos un fondo de aceite y freiremos primero  la rebanada de pan y el ajo cortado, para retirarlos a continuación. Añadiremos al aceite  la cebolla troceada y los pimientos. Cuando estén a medio freír incorporaremos los tomates pelados, troceados y sin simientes. Mientras tanto, en un recipiente apropiado, majaremos el pan frito junto con los ajos, el perejil, un poco de sal y finalmente añadiremos la copa de vino.

            Cuando esté terminado el sofrito ( se puede pasar por el pasapuré, o no depende de lo melindrosos que sean los comensales) le incorporaremos el majado, el agua de cocer los langostinos, el trozo de chorizo (no demasiado) y los garbanzos. Éstos deberán cocer al menos 25 minutos si es en olla a presión o una hora si es en olla normal. Habrá que probar la dureza del garbanzo de vez en cuando. En cuanto estén suficientemente blandos se parará la cocción. Los langostinos se añadirán al final y se mantendrán cociendo no mas de cinco minutos, tiempo suficiente para que se hagan.

            El añadido del chorizo es una originalidad de mi compadre José María Rosso, excelente aficionado a esto de los fogones y sibarita en la mesa. Le añade un toque original mezclando las fuerzas de la sierra con las del océano.

            © Alfonso Merelo 2006

Torrijas

Torrijas

 
 
Comento en mi otro blog, esto va a ser un ir ir venir, que uno de los iconos de mi particular Semana Santa es “las torrijas”.
            Este dulce, en su simplicidad, es uno de los que mas gustan en mi casa y me gustan a mi.
            Basta con tener un poquito de pan y algunas cositas mas y ya se puede hacer unas torrijas espléndidas que gustan a casi todos.
            Los ingredientes no pueden ser mas sanos y mediterráneos.
 
-         Pan de molde, o pan de telera cortado, o cualquier pan si se tercia
-         Media docena de huevos
-         Un litro de aceite de oliva
-         Un litro de leche
-         Un kilo de miel
-         Una copa de brandy
-         Canela en rama
-         Agua
 
Esta receta es una variedad de la tradicional que resulta igual de gustosa y sin embargo es mucho más fácil de hacer.
El pan se habrá dejado endurecer un tanto, sobre todo si se trata de pan de molde debido a su extrema “blandura”, para que pueda manejarse bien.
Calentaremos el litro de leche con el palo de canela sin dejar que llegue a hervir.
En caliente añadiremos la copa de brandy y dejaremos que se impregne del sabor la leche. Una vez retirada del fuego incorporaremos los huevos y, retirando el palo de canela, batiremos todo hasta que los huevos se mezclen con la leche y el coñac. Si son ustedes muy dulceros, pueden añadir a la mezcla unas cuantas cucharadas de azúcar, mas no  es imprescindible.
Mojaremos cada rebanada de pan en la mezcla y freiremos directamente en el aceite caliente.
Mientras tanto dispondremos de otro recipiente al fuego donde meteremos la miel con un poco de agua para diluir la misma.
Una vez cada rebanada esté frita se pasará por el recipiente con miel y se dejará un minuto para que se impregne de la misma.
 
Esta receta evita el tener que rebozar cada una de las rebanadas de pan en harina y huevo como se hace en la tradicional. Puedo asegurar que se ahorra tiempo, huevos y que las torrijas quedan prácticamente iguales que en la otra receta.
 Se puede sustituir el enmelado por un almibar ligero.
Otra variedad para el acabado consiste en rebozar la rebanada, una vez escurrida del aceite, en una mezcla de canela molida y azucar.
 
Que ustedes engorden bien
 
© Alfonso Merelo 2006

Comiendo en los Carnavales -de Cádiz of course-

Comiendo en los Carnavales -de Cádiz of course-



Hablar de comidas puramente carnavalescas es una utopía, pues tal cosa no existe. El Carnaval de Cádiz se configura como una fiesta de calle. Una fiesta en la que se escuchan agrupaciones, coros, y chirigotas fundamentalmente, por cualquier rincón de la ciudad. Por tanto lo que se consume en carnavales viene dado por la necesidad de tomar los alimentos de pie y, generalmente mientras se escucha cualquier agrupación.
Así, nunca se verá la ingestión de potajes y platos de cuchareo y si viandas que puedan deglutirse con pulcritud usando los dedos como cubertería.
Varias especialidades se consumen esos días como son las tortillitas de camarones y el pescado del freidor y los productos del mar. De las tortillitas tiene ustedes la receta en esta mismo blog . Respecto al pescado del freidor, se consume en variedad de especies, añadiendo a los mismos algunos productos como las croquetas o las empanadillas que, si bien no son pescado, incrementan las posibilidades de variedad gustativa. Entre los pescados siempre estará presente el choco, el cazón en adobo o la pescadilla. Se acompañarán con picos, si pueden ser minipicos yeye mucho mejor, y patatas fritas.
Entre los productos del mar tres destacan por su querencia en Cádiz: los erizos, los ostiones y los camarones. Sería posible añadir un cuarto como es la galera que cocida y con sus corales es exquisita. Los erizos se abren con el utensilio denominado garabato y se comen crudos, si bien se puede añadir una gota de vino fino o de manzanilla que mejora su sabor. Los ostiones se consumirán crudos con unas gotas de limón y los camarones cocidos, presentados en cartuchos de papel.
Los mas avezados de los carnavaleros van a estos actos, el carrusel de coros por ejemplo, provistos desde casa con diferentes víveres. Las estrellas son los bocadillos de tortilla o de bistec empanado –cerdo o ternera- e incluso se han visto “tuper” con lagrimitas de pollo en adobo o fritas. Se puede uno encontrar casi de todo. Los mas sofisticados han elabora deliciosos sandwiches de langostinos que hacen las delicias de propios y extraños.
Respecto a la bebida es de natural el libar manzanilla de Sanlucar o Fino de Jerez, fresquito a poder ser. Por supuesto la cerveza, tan socorrida, surte también los sedientos gaznates el personal.
Todo esto se puede usted encontrar un domingo cualquiera de carnaval.
Pero eso será ya en el 2007. Prepárense que queda poco
© Alfonso Merelo 2006

La Troya

La Troya

MESÓN LA TROYA

Plaza Mayor, 10

Trujillo (Caceres)

Tlf: 927 321 364

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ATENCION -ACTUALIZACIÓN- ATENCION

Este artículo está escrito en 2006 y se refiere a una visita que hice a finales de 2005. Las continuas aportaciones de los lectores me hacen creer que las cosas han cambiado mucho y para mal en este establecimiento. Por ello quede esta entrada como histórica de lo que fue y que ya no es "El meson la Troya". Por consecuencia dejo de recomendarlo y pasa a ser de los lugares a los que no se debe acudir.

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El mesón-restaurante del que hoy hablamos, se sitúa en el espectacular marco de la Plaza Mayor de Trujillo. La ciudad de Trujillo, situada muy cerca de Cáceres, es famosa por su espectacular configuración y por su historia. Allí nació Pizarro o Francisco Orellana, el descubridor del Amazonas. La Plaza Mayor es una recopilación de lo que ha sido la ciudad histórica. Allí se encuentra el Palacio de la Conquista que destaca sobre las restantes edificaciones. En esta plaza se celebra todos los años la feria internacional del queso, que da un intenso y extraordinario aroma a las calles de la ciudad.

Extremadura es tierra de carne, como es lógico, y de carne de cerdo ibérico. Néstor Luján escribía: "La cocina extremeña es seria, grave, austera, como conviene al país. Sus grandes platos pastoriles, camperos, venatorios son: la caldereta de cordero, la perdiz al modo de Alcántara con criadillas de tierra, los chorizos, los jamones de Montánchez, el gazpacho extremeño, la pata de cabrito al estilo de Badajoz, el frito, los amorcillos y el tuétano de vaca, la cachuela y finalmente el cocido."

Indudablemente este tipo de cocina es muy básico y poco dado a exquisiteces tecnificadas. Pero esa cocina primordial, en la que el producto se ofrece sin adornos que lo enmascaren, es un regalo para el paladar y el estómago, que puede comprobar que aún se puede saciar el hambre con sabores de siempre y sin añadidos de laboratorio.

La Troya es un mesón que fue inaugurado 100 años atrás. A juzgar por el inmenso tesoro fotográfico que cuelga de las paredes, media España debe haber pasado por ese mesón tan singular.

La primera referencia que tuve del local fue la de mi director de I+D. Iba a viajar a Cáceres y me recomendó que si pasaba por Trujillo no dejara de ir a La Troya. Siguiendo el consejo, acudimos a ese mesón un día frío de diciembre. Éramos dos personas a las que les gusta comer, pero que no comen en exceso. Cuando llegamos estaba el mesón lleno, pero encontramos una mesa para dos.

Lo primero que te sorprende es la rapidez del servicio. Sin tiempo para decir buenas tardes teníamos en la mesa una tortilla de patatas, una ensalada, una botella de vino de litro, una de agua, una de gaseosa y un plato de chacina. Esto es la cortesía de la casa para empezar. La carta es variada pues ofrece una treintena de primeros platos y lo mismo de segundos. Entre la amplia oferta de primeros platos están desde la migas hasta unas excelentes judías verdes con jamón o huevos con chorizo o revueltos variados, sin olvidar platos pensados para niños como spaguettis o pizzas. Los segundos son mas contundentes y predominan las carnes de caza y el cerdo ibérico. Todo acompañado de vino de la casa y gaseosa si se quiere y agua. También se pueden pedir refrescos o cervezas.

Con este panorama inicial nos propusimos tener una indigestión y comer “bien”. Los primeros platos fueron unas judías verdes con jamón y un plato de migas con chorizo. Excelentes ambas y que no pudimos acabar, reservando huevo para el siguiente plato que consistió en prueba de matanza para mí y venado en salsa para mi acompañante. La prueba de matanza consiste en un pato de carne adobada y simplemente refrita sin mas aditamentos. El truco está en el adobo que recuerda sabores de pimentón y especias como el orégano o el clavo. El venado estaba guisado con vino tinto y fuertemente especiado que le proporcionaba un agradable olor y mejor sabor. Ente primero y segundo plato, la casa nos ofreció una ración de carne en salsa, esta vez cerdo ibérico, a tenor de su sabor.

El postre, un tocino de cielo aceptable y una tarta de almendras excelente, fue el remate de este verdadero atracón de comida. La Troya es desmesura y abundancia. Es recrear en una hora las pantagruélicas comidas de nuestros antepasados. Es colesterol, triglicéridos y gota, pero es autenticidad porque al ser tan primaria nada se esconde y sólo se muestra la bondad de un producto que no necesita casi nada para resultar delicioso.

El precio es el mismo para todos. Cuando yo pasé por allí, hace unos tres años,  era de 20 euros. Un precio mas que competitivo para lo que se ofrece

Si pasan por Trujillo, prueben  un día este mesón. Le garantizo que no quedarán defraudados.

 © Alfonso Merelo 2006

 

 

Bond-Coctel

Bond-Coctel

Inicio con este articulito una serie, que se irá escribiendo cuando se pueda, dedicada a comidas o bebidas que hayan tenido algún tipo de relevancia en la cinematografía o en la pequeña pantalla.

El comienzo tenía que tener como referencia inexcusable la serie de películas de James Bond. Este personaje fílmico, en sus diferentes encarnaciones pero siempre con el referente de Sean Connery, es un mujeriego, ludópata, asesino sin escrúpulos, amoral y sibarita “gentleman”. Cómo tal, tien unos hábitos de vida supuestamente exquisitos. De ahí sus gustos “refinados” como el caviar, el champán frances –Bolinger RD, por ejemplo- los coches –Aston Martín-, los casinos, las bellas mujeres y como peculiaridad los cócteles, o mejor: un cóctel.

El cóctel Bond es el que nos lleva a escribir este artículo. Siempre pide un wodka-martini “shaken not stirred “, es decir agitado, no removido. El martíni tradicional se elabora a partir de ginebra y vermouth blanco seco con hielo picado y removido. Una de sus variantes es el martini blanco dulce, que cambia el vermouth seco por su variedad dulce. Pero el que nos atañe es una variante del martini que incorpora el vodka como elemento aromático. Una de las características de este cóctel es su sequedad. El vodka ha de tomarse frío y a poder ser helado. La mezcla con el vermouth lo hace una bebida muy poderosa y espléndida para iniciar una conversación. Ese es uno de los secretos de Bond.

La receta es la siguiente:

3 partes de ginebra Gordon´s (yo prefiero Tanqueray pero la original es con Gordon´s

1 parte de vodka ruso. (Elijan su marca)

½ parte de vermouth blanco seco. (En la receta original se usa el vermouth francés Kina Lillet)

En la coctelera se mezclan los elementos y se añade hielo. Se agita y servimos el cóctel.

El agitado responde a la necesidad de enfriar el vodka pues, éste, gana en propiedades al enfriarese.

Esta receta es la bebida preferida del agente 007, que le permite ligar con actrices como Ursula Andres, Diana Rigg, Barbara Bach o Carole Bouquet.

Pruébenlo con su pareja, con su ligue o con los amiguetes. Pero cuidado: su graduación es muy alta; uno puede ser magistral, tres casi seguro que estropean una velada.

© Alfonso Merelo 2006

SALSA BRAVA

SALSA BRAVA

Un amigo madrileño - donde dicen que se hacen las mejores papas bravas del país- Mario Moreno Cortina, me envía la siguiente receta, harto según su opinión, de que lo picante haya desaparecido del mercado. Puesto que a él le gusta que lo que se entiende por picante, pique de verdad, me envía la receta que elabora su madre y que con gusto comparto con todos ustedes.
SALSA BRAVA (receta de Dña. Aurora Cortina)
 
Ingredientes:
-Caldo, preferiblemente de cocido. (Advertencia: con avecrem o sopicaldo no sale bien)
-Dos cucharadas de harina
-Una cucharada de pimenton dulce y picante mezclados (a gusto)
Aceite
-Sal.
 
Preparación:
 
Se echa aceite en una sarten y se deja calentar. Después se echa la harina y el pimentón y se remueven fuera del fuego para que no se quemen. La cantidad de aceite será la suficiente para que ahora se nos forme una especie de pomada espesa.
Se remueve bien hasta que no quedan grumos, se devuelve la sartén a la lumbre y se va echando el caldo (que tendremos caliente a un lado) poco a poco, hasta conseguir una textura líquida. Se echa sal a gusto.
Se sirve bien caliente sobre unas patatas fritas en forma de dados o para acompañar tortilla española.
Advertencia: si se quema el pimenton no sabe bien, y si se echa poco caldo, sabe demasiado a harina y pimentón.
Que les aproveche.


Pues eso que nos aproveche a todos. Mañana, martes la voy a elaborar y ya les contaré.

(C) Alfonso Merelo  2006

Tortillitas de Camarones

Tortillitas de Camarones



Que la tortillitas de camarones son identificativas de las delicias gastronómicas gaditanas no se le oculta a nadie ya que en cualquier bar, restaurante o tugurio puede usted encontrar las citadas frituras. Claro está que no en todos tienen la misma calidad. Se encontrará tanto infectos fritos como excelsas preparaciones. Entre estas últimas se encuentran las del Restaurante El Faro, conocido por muchos como la casa de dios, que ofrece una auténtica tortillita crujiente, ligeram y en su adecuado punto de fritura.

Existen unas cuantas maneras de preparar la masa, que básicamente es una masa similar a la de las frituras de bacalao o gambas (lo que técnicamente sería una tempura mas espesa) . Si me permiten la disgresión habría que decir que la tempura no es nada as que nuestro rebozado de toda la vida pasado por el esnobismo de que es japonés, aunque su origen sea español y andaluz para mas señas.

Antes de ir con la receta en sí, conviene explicar dos cosas: los camarones en Cádiz no son los camarones grandes, tamaño gamba o langostino, que se dan en el norte de España. Los nuestros no pasan en tamaño de 1 o 2 cms. como mucho, y se usan tanto para pescar como para comer. Estos camarones si son un poquito mas grandes se llaman quisquillas.

En segundo lugar habría que decir que en la receta interviene la harina de garbanzos, que no es mas que garbanzos molidos. Se puede prescindir de la misma y hacer la masa exclusivamente con harina de trigo, si bien recomiendo usar la de garbanzos, si es posible, ya que produce una textura diferente. Creo que se puede encontrar en grandes superficies.


Veamos los ingredientes para la masa


- Harina
- Harina de garbanzos
- 200 grms. de camarones
- Cebolla fresca
- Perejil
- Colorante
- Sal
- Agua
- Aceite, de oliva, para freir

Con estos sucintos ingredientes se puede elaborar una estupenda masa, que debe quedar liquida y sin embargo no demasiado. La textura ha de ser similar a la de los buñuelos de viento. Si en la primera fritada se ve que queda demasiado claro, o sea que se deshacen las tortillas, se puede añadir mas harina.

Yo, siguiendo los sabios consejos de mi abuela Pepa, cuezo los camarones, un escaso minuto en agua hirviendo, y uso ese agua de cocerlos, una vez colada y enfriada (en caliente formaría grumos) para mezclarlo con la harina.

La proporción que yo uso de mezcla en las harinas es del 60-40% harina de trigo-harina de garbanzos. Mas harina de garbanzos daría un sabor demasiado fuerte y una textura muy gruesa. No puedo dar cantidades exactas de las harinas porque siempre lo hago a ojo, pero podría ser la proporción de un vaso de harina de trigo y un poco menos de la mitad de harina de garbanzos. El agua de cocer los camarones es a ojo de buen cubero. Ya digo que debe quedar la textura de la masa de buñuelos, mas o menos.

Una vez mezcladas las harinas y el agua, se añaden los camarones la cebolla picada fina y el perejil. Recomiendo dejar la masa en reposo por lo menos un par de horas, de manera que puede adquirir todos los aromas de los ingredientes.
Con el aceite muy caliente, usaremos una cuchara sopera para extender la masa en la sartén. Cuando la fritura adquiera un color doradito está lista para comer una vez escurrido del aceite.

Esta es mi receta.
Otra variedad consiste en echar los camarones en crudo en la masa y freírlos tal cual. No quedan tampoco mal, si bien considero que el realizar las tortillitas con el agua de cocerlos le da mucho mas sabor al plato.
Que lo disfruten.
© Alfonso Merelo 2006


Bocadillo de blanco y negro en pan de leña caliente

Bocadillo  de blanco y negro en pan de leña caliente

Un buen amigo mío, Victor Ánchel, me ha pasado la siguiente receta de un impresionante bocadillo, sandwich o emparedado.

Ingedientes:

- Chapata gallega

- Longaniza

- Morcilla de cebolla

La longaniza y la morcilla se frien en abundante aceite de oliva.

Este aceite deberá esparcirse en la miga de la chapata una vez abierta por la mitad. Despues se introducirá la longaniza y la morcilla (blanco y negro).

Las opciones pueden ser una blanca y dos negras o dos blancas y una negra. Ustedes mismos


Dice Victor: algunos "individuos sin moral acompañan el emparedado con un poco de ajoaceite. Hasta patatas fritas han sido vistas dentro de alguno de estos bocadillos, insignia y estandarte en Valencia tanto como la Paella"


Desde luego parece un plato de lo mas apañado. Y digo parece porque aún no he tenido la oportunidad de probarlo. En cuanto lo haga y si mis arterias sobreviven a la sobredosis de colesterol ya contaré.

Si alguno de ustedes, osados consumidores, lo hacen antes que yo, no duden en contarlo en estas páginas.

(c) Alfonso Merelo 2006

Musaka

Musaka

Musaka

 

En el apartado de las comidas internacionales que de vez en cuando me gusta cocinar, la musaka es una de mis preferidas desde que la probé, en diferentes versiones, allá en Atenas en 1989. El plato que hago tiene las características básicas del palto griego, con alguna pequeña adaptación y modificación.

Vayamos con los ingredientes, para cuatro personas

 

-         ½ kilo de carne picada, puede ser de cerdo o ternera o mezcla de ambas. Los griegos usan cordero mezclado con cerdo, pero particularmente recomiendo la mezcla de ternera y cerdo, por ser mas suave.

-         500 grs. de carne picada

-         750 grs. de berenjenas

-         500 grs. de tomates maduros

-         1 cebolla

-         1 diente de ajo

-         1 Litro de leche

-         Aceite de oliva

-         Harina

-         1 Huevo

-         Queso rayado parmesano

-         Orégano, pimienta, sal, nuez moscada y canela

 

Comenzamos refriendo la cebolla en un fondo de aceite de oliva. Debe de quedar trasparente. Añadiremos la carne picada hasta que quede dorada. Se salpimenta y se le añada una cucharadita de canela molida Los tomates, sin piel, sin pepitas y previamente troceados, se añaden y se refríen hasta que estén hechos.

      Las berenjenas, sin pelar, se cortan en lonchas a lo largo y se asan al horno con muy poco aceite, el suficiente para que no se peguen. El problema de la berenjena es que absorbe mucho el aceite por lo que no es recomendable freírlas. Si acaso se pueden hacer a la plancha.

      En una bandeja de horno montamos una capa de berenjenas con el preparado de carne por encima. Añadiremos unas cucharadas de bechamel, que habremos hecho previamente. Añadiremos capas de berenjenas, las que admita, y carne, terminando con una de berenjenas.

      A la bechamel restante, separada ya del fuego,  le añadiremos un huevo batido y un paquete de queso rayado, o lo la cantidad que se que se prefiera según gustos, y otra cucharada de canela molida. Con esta mezcla la bechamel se espesa bastante y es por eso por lo que se debe verter rápidamente sobre la última capa.

      Una vez preparada se calentará a horno de 200º durante 10 minutos.

 

© Alfonso Merelo 2006

 

 

 

The Marlborough Head

The Marlborough Head

Localizado en 24 North Audley Street, entre las estaciones de metro de Marble Arch y Bond Street.

Paseando por Oxford Street una tarde de este verano pasado, después de las jodidas bombas de julio, vimos, a eso del anochecer, un pub que lucía una presencia bastante interesante. Le propuse a Susana, mi mujer, irnos a tomar una pinta de cerveza en el susodicho local.

El mismo nombre del local parecía atraerme. En mi macarrónico ingles traduje ¿La cabeza de Marlborough? Parecía prometer.

Efectivamente, no me vi defraudado.

Era un “típico” pub, al que ya estábamos acostumbrados, pero con una decoración de lo mas divertida.

Todo era gótico. Desde las camareras, sombrías, divertidas y, dentro de lo que cabe, guapas, hasta la decoración. Ésta incluía elementos de tortura, momias, hombres lobo, vampiros y toda la parafernalia de las películas de terror de la Hammer. Para un friki como yo, tomar una pinta en ese sitio era obligado. Incluso Susana disfrutó del entorno, lo que debe de ser una garantía de que el local era interesante.

Por supuesto tomamos unas cervezas mientras que veíamos la carta de bebidas que tenían forma de tumba. Estuve tentado de mangar una, pero me reprimí.

Supimos que por Haloween se preparaba una fiesta de disfraces (este año la pasé en Vigo, por cierto) que, a tenor de las fotografías de años anteriores, debía de ser como unos carnavales en pequeñito.

Supongo que la comida del sitio debía ser como la de cualquier otro, no la probé. Lo que si se es que tanto el local, como los parroquianos, rayaban a muy alta altura.

Si pasan por Londres, y tienen tiempo, déjense caer por allí. Al menos pasarán un rato agradable dentro de sus paredes.

¡Ah!, se me olvidaba: la música que sonó durante un rato fue el Aqualung de Jethro Tull. Otro punto a favor del local.

© Alfonso Merelo 2006