TORTILLA DE PATATAS RELLENA
Vamos a necesitar lo siguiente
- Patatas, un kilo y medio.
- Huevos, 5 o 6.
- Aceite, para freír las patatas y la tortilla.
- Hojas de lechuga.
- 6 Lonchas de queso.
- 6 lonchas de jamón de york, o similar.
- Mayonesa, casera o de bote, ustedes verán.
La base de este plato es la tortilla, claro está. Así que si no saben hacerla, ya es hora de que aprendan. La tortilla de patatas, española también llamada, es uno de los mejores inventos de la gastronomía patria. ¿A quién no le gusta este plato? Supongo que alguno habrá, pero desde luego no saben lo que se pierden. La torilla de patatas es un invento de Cádiz, bueno es broma, porque en realidad lo que se inventó en Cádiz fue la tortilla francesa, cuando aquella invasión de nada, de la que ahora se van a cumplir 200 años.
Pero volvamos con nuestra receta.
Para hacer una buena tortilla española el elemento fundamental es la patata. Una buena patata es imprescindible para el resultado final. Se deba cortar en “lascas” –lonchitas- sin ser demasiado grande, ni demasiado pequeña. Una vez cortadas se añadirá un poco de sal y se freira en sartén. Jamás, sí digo bien, jamás en freidora. Y por qué, se preguntaran. Eso quisiera saber yo, pero desde luego el sabor y la textura varían notablemente. Las patatas han de quedar blanditas, casi cocidas y sin embargo más fritas que lo anterior. Que tengan un ribete de color como si empezaran a tostarse pero sin llegar a ello. Es cuestión de cogerle el punto. Si no están exactamente así el resultado puede ser bueno, aunque no sobresaliente.
Una vez fritas la patatas, las escurriremos del aceite pringoso y las reservaremos. Mientras tanto habremos batido los huevos en un recipiente lo suficientemente hondo para admitir las patatas. Se tendrán unos minutos en mixtura con el huevo, removiéndolas bien para que se empapen y se dejara reposar el conjunto.
En una sartén lo suficientemente grande, se calentará una cucharada de aceite hasta que casi humee y se distribuirá el mismo por el fondo y las paredes. Allí se echará la mezcla con la sartén muy caliente, para que cuaje la capa externa en un primer momento y no se nos desmorone. Inmediatamente bajaremos el fuego para que se haga por dentro. Trascurridos unos dos o tres minutos, ejecutaremos la operación mas peligrosa de hacer una tortilla: darle la vuelta.
¿Cómo se da la vuelta a una tortilla? Pues sin miedo y con un poquito de maña. Se ha de procurar un plato o tapa plana que cubra todo el diámetro de la sartén. Se tapará bien y, sosteniendo la tapa contra la sartén fuertemente, con un golpe seco se dará la vuelta a la misma. A la sartén, no a la tapa o plato, que quede claro. Tendremos entonces una tortilla medio echa, con la parte ya dorada hacia arriba y la parte “caldosa” hacia abajo. Sólo queda volver a calentar la sartén con otro poco de aceite si hiciera falta y , con cuidado, deslizar por la parte no cocinada todo el conjunto hasta al sartén. Procederemos como en la primera parte a cuajar la tortilla.
Mientras dejamos enfriar la tortilla prepararemos los demás elementos, el queso, el jamón y las hojas de lechuga.
Nuestro plato está a punto de terminarse, basta con efectuar unos cuantos retoques mas.
1º Cortaremos longitudinalmente la tortilla, como si de un bizcocho se tratara y obtendremos dos partes.
2º La parte de abajo la untaremos con mayonesa.
3º A continuación pondremos las lonchas de queso y otra capa con el jamón
4º Acabaremos acabar cubriéndolo todo con la lechuga y tapando todo con la otra mitad de la toritilla.
5º Et voila. Tortilla rellena.
Si se diera el caso de ser muy golosos se podría untar la otra parte de la tortilla también con mayonesa. Ustedes verán.
Con cervecita y de aperitivo es un plato mas que apetecible.
Hasta la próxima
© Alfonso Merelo 2007
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